Ni buena ni mala

Ser tenaz se conoce como una virtud, pero imagina que estás tomando una mala decisión, como eres tenaz (10/10), vas a llevarla hasta las últimas consecuencias, porque: “renunciar no es lo tuyo». 

En el otro polo (1/10), donde eres mas tolerante y relajado, donde ante el primer obstáculo comienzas a cuestionarte si deberías seguir, donde abandonas con facilidad antes de poder constatar si es o no conveniente continuar.

En cualquiera de los polos que estemos, el resultados emocional suele ser el mismo: la frustración.

En resumen, si te atrevieras a dejar la lectura hasta aquí: trabajar con persona nada tenaces o demasiado tenaces es sumamente desgastante. Tienes la oportunidad de auto evaluarte y de aprender a trabajar con estos perfiles. (Ya que la rotación, no es negocio).

La TENACIDAD es una Competencia Blanda o Comportamiento que hay que tener regulada y esforzarnos por utilizarla tomando en cuenta la adecuación al puesto de trabajo. 

Para medir los niveles de Tenacidad ademas de otras 8 competencias en los ejecutivos y profesionales que participan en mis MasterMinds y a mis clientes particulares, utilizo una de dos pruebas psicométricas de las empresas Great People Inside y Profiles Int., ambas representadas en el país por mi amiga Ana T. Battle R. y su empresa Job Fit.

Éstas pruebas arrojan algunas sugerencias que te comparto a continuación:

Ante una Tenacidad Alta

  • Debatir las ventajas y desventajas de perseverar en una idea o proyecto que no parece muy realista o viable.
  • Proponer una serie de métodos para la evaluación de las tareas en las que vale la pena invertir tiempo y esfuerzo.
  • Trabajar en pro de objetivos tangibles y recompensas concretas.
  • Encontrar proyectos complejos que mantengan alto su nivel de motivación y en los cuales ella/él pueda recibir reconocimiento  públicamente si tiene éxito.
  • Establecer nuevas metas profesionales para estimular el interés y proporcionar recompensas y gratificaciones.

Ante una Tenacidad Baja

  • Organizar las tareas de manera que puedan ser realizables.
  • Anotar las consecuencias de no terminar las tareas o el proyecto.
  • Generar conversaciones para encontrar motivadores que ayuden a mantener el compromiso con el proyecto.
  • Enfrentarse a los obstáculos uno a uno.
  • Como estos perfiles suelen ser calmados y tolerantes, conviene retarlos un poco (o mucho, pero sin agobiarlos).

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