Cuando te entrenan para no poder.
La impotencia es incluso una expresión de poder ante la indefensión aprendida.
Sentirte indefenso en ocasiones es producto de las circunstancias, y aunque el ser humano casi siempre logra salir, cuando aprende esta conducta en su infancia o producto de un trauma se ancla en el estado de Indefensión lo que lo hace suceptible de tumbar los brazos en momentos en que un humano “normal” sacaría recursos para salir de ahí.
Las consecuencias de tener este “chip” implatado son profundas y costosas. En los negocios y empresas lo puedes encontrar en personas que no manejan la frustración y que se derrumban ante los primeros obstáculos.
Haber aprendido desde pequeño a tener esta sensación de indefensión te hace realmente indefenso y sin recursos propios a la vista para salir adelante.
La indefensión aprendida lleva a la persona que lo sufre a no hacer nada para evitar el sufrimiento.
Por definición la indefensión aprendida es “a grandes rasgos, la condición por la cual una persona o animal se inhibe ante situaciones aversivas o dolorosas cuando las acciones para evitarlo no han sido fructíferas, terminando por desarrollar pasividad ante este tipo de situaciones” Cesar Ojeda.
Yo, y de seguro tu en algún momento, he estado indefensa, cansada de intentar y no lograr cambios.
El método más efectivo probado por mí y por miles es la identificación; es decir, conocer personas que han estado ahí y han salido exitosamente de las situaciones. Busca ayuda entre tus pares.
Es por este poder que creé los MasterMinds que modero desde hace más de 5 años ya con más de 30 grupos hechos.
En los MasterMinds para Alta Gerencia & Negocios te encuentras con profesionales luchando ya sin fuerzas por ejemplo, para dirigir a su equipo, salir de “remar y remar” y no llegar, y que, gracias al testimonio, experiencia y soluciones de un compañero de grupo, salen del estado, encuentran soluciones a sus situaciones y se mueven.
Es decir que es posible cambiar, es posible que tu cambies para que todo cambie.
Encuentra pares, personas como tú, e identifícate con ellos. Ver cómo otros salen y cambian tiene un gran impacto en tu mente consciente y el subconsciente. Es uno de los caminos más cortos para cambiar una creencia en la adultez.
Por supuesto, que en más de una ocasión he debido referir a clientes a tratarse con profesionales de la salud mental (psicólogos o psiquiatras) ya que su estado de indefensión requiere de una intervención diferente a la que un coach debe ofrecer.
En este link encuentra un video donde explico dos ejemplos metafóricos que te darán más claridad sobre el tema:
Comencé este texto hablando de la impotencia. Cuando la impotencia te lleva al enojo estás listo para moverte. No digo que el enojo o la ira sean buenos o saludables pero definitivamente es mejor que un estado apático y de indefensión.
Sólo estás dispuesto a cambiar cuando estás cansado de estar cansado.
Seguimos!